El pleno trató ayer la modificación de algunas tasas y tributos locales, entre ellos el IBI

El pleno de la corporación municipal se reunió ayer en sesión ordinaria para abordar un total de 13 puntos incluidos en el orden del día.

Entre ellos se encontraron dos que tuvieron que ver con tasas y tributos locales, que se pretenden revisar y, en algunos casos, modificar.

Por un lado se debatió el plan de inspección tributaria para 2010, que se actualizó el pasado año y que sigue su proceso normal de revisión de tributos, tasas, importes de licencias, etcétera.

Y por otro lado se estudió la modificación de las ordenanzas fiscales para 2010. La intención del equipo de gobierno es bajar 4 décimas el tipo impositivo del Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI), que pasará del 0,75 al 0,71. Con ello se afirma que se conseguirá que el año que viene se pague prácticamente lo mismo en este concepto, sin que se note la subida anual marcada por la base imponible.

Según explicó el alcalde, con esta medida se consigue un impacto mínimo en las familias, de unos cuantos euros, pero un impacto fuerte en la recaudación que obtendrá el Ayuntamiento, algo necesario para seguir prestando servicios. No en vano, con el 0,75 actual de tipo impositivo se logran 6,7 millones de euros, y con el 0,71 propuesto serán 7,3 millones de euros. Se trata, en definitiva y según remarcó, de «recaudar más del que más tiene, con justicia y proporcionalidad».