
Según deja de manifiesto el bando, las medidas se tomarán ante la gravedad de la situación que se viene produciendo, con el consiguiente riesgo para la higiene y la salud pública, así como por las molestias y mala imagen que para la ciudad supone tan desagradable hecho. Así, se solicita la colaboración ciudadana, y se insta a los propietarios a que observen con el máximo celo las normas del artículo 15 de la Ordenanza Municipal de Limpieza.
El artículo indica que los propietarios de los animales «habrán de evitar que éstos realicen sus micciones o deposiciones en vías públicas, aceras, zonas ajardinadas, zonas peatonales o de paso y espacios públicos destinados al paso, estancia o recreo de los ciudadanos, debiendo conducirlos, en caso de inevitable deposición a imbornales, alcorques y bordillos». En cualquier caso, añade, estarán obligados a recoger los excrementos mediante bolsas u otros sistemas, que posteriormente habrán de depositar, debidamente cerrados, en papeleras o contenedores.
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